10 errores que debes evitar en tu entrevista de trabajo

Aspecto descuidado y no apropiado: No hay que pecar ni por exceso ni por defecto. Dependiendo del tipo de empresa y del puesto, tendremos que vestir de una manera u otra. Si vamos a una entrevista para un puesto de abogado en uno de los mejores despachos de la ciudad no podemos aparecer sin corbata o en el caso de ellas sin una buena americana y manicura impecable. Pero si el puesto es para diseñador gráfico en una agencia joven y moderna dará igual lo bueno que sea nuestro CV si aparecemos con nuestro mejor traje. Como para cualquier ocasión tenemos que saber dónde vamos para saber qué ponernos.

Impuntualidad: Llegar tarde deja claro el poco interés que tenemos y lo peor es empezar a contar una película genial como excusa. No cuela. Mas te valdrá tender una entrevista brillante para que tu interlocutor olvide que has llegado tarde. Tampoco llegues media hora antes, parecerá que estás desesperado. Sal de casa con tiempo de sobra por lo que pueda pasar y si has llegado antes de la hora tómate un café por la zona, repasa tu CV, comprueba que lo llevas todo, revisa que tienes el móvil apagado, etc.

Criticar anteriores trabajos: Un de las cosas peores que puedes hacer es hablar mál de anteriores jefes o empresas. Da igual que sea cierto y da igual incluso que tengas toda la razón. Nadie quiere contratar a alguien que el día de mañana vaya a echar pestes sobre él, todos sabemos lo importante que es el boca a boca y más hoy en día con Internet. Es el único aspecto en el que está permitido mentir: si te has ido de tu anterior empresa porque estabas harto del trato de tu jefe y de lo ninguneado que estabais tú y tu trabajo no puedes decir eso cuando te pregunten por qué has decido marcharte y buscar otro empleo, aunque tengas razón, es mejor que contestes algo tipo “necesitaba un nuevo reto, me apetecía mucho irme a un empresa con una visión como la vuestra, necesitaba un cambio, soy una persona que de veras disfruta con su trabajo y lo que hacía se había vuelto muy rutinario” hay miles de respuestas, cualquiera antes que criticar.

Inventar: Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo así que será mejor que explotes al máximo las capacidades reales que tú tienes y evites completamente crear un personaje que no eres. El personal de Recursos Humanos está más que harto de escuchar fantasías. Son profesionales preparados para descubrir todas y cada una de las mentiras que intentes colar y si quieres tener alguna posibilidad de conseguir el puesto será mejor que tú y tu CV no mintáis.

Malos modales: Debemos parecer cercanos, sinceros, amigables y amables, empáticos, de trato fácil… nadie quiere un empleado antisocial, pero eso no quiere decir que tengamos que saludar con dos besos a nuestro entrevistador o tratarlo de tú a no ser que ellos mismos nos lo digan. Tampoco podemos parecer demasiado distantes, fríos ni antipáticos, quien te va a contratar quiere seas capaz de trabajar en equipo, que sepas tratar con la gente y generar un buen ambiente de trabajo.

No conocer la empresa: No se tarda nada en leer un poco sobre la empresa el día antes de ir a la entrevista. Además de darnos más tranquilidad de dónde nos vamos a meter es bueno para poder adaptar nuestro discurso  y resaltar algunas de nuestras capacidades que encajan mejor con la filosofía de la empresa. No se trata de que nos vayan a preguntar el nombre de los responsables de cada departamento, se trata de que podamos indagar más sobre la filosofía, la cultura de la empresa y lo usemos para nuestra estrategia tanto en la primera entrevista como en el resto del proceso de selección.

No ser claro con las respuestas: Un persona que se pone a divagar en sus respuestas, que es demasiado pedante o demasiado lacónico seguramente se quede sin el puesto. A todos nos gusta que nos sean claros y a nuestro futuro jefe más que nadie. No dar respuestas claras denota inseguridad y, lo que es casi peor, que estamos mintiendo en nuestro CV. Tampoco podemos pasarnos de claridad al contestar y poder parecer cortantes, antipáticos o demasiado fríos y distantes.

Interrumpir al entrevistador: Ya de entrada es siempre una muestra de mala educación cortar a nuestro interlocutor, pero si además éste es quien va a decidir si continuamos en el proceso de selección las consecuencias serán peores. No podemos parecer ansiosos ni desesperados, debemos ir a la entrevista como si no necesitáramos el trabajo, debemos estar relajados, mantener una conversación fluida y no mostrar ningún signo de nerviosismo.

Parecer indiferente: Debemos tener una actitud positiva, proactiva, ir con nuestra mejor sonrisa, dar un buen apretón de manos, mirar a los ojos, transmitir seguridad. Si parecemos distraídos, nos quedamos mirando a todo lo que rodea al entrevistador, damos respuestas demasiado cortas o no mostramos interés a lo que nos están explicando seremos eliminados del proceso de selección sin importar nada más. El entrevistador pensará “¿si no muestra interés en la primera entrevista cómo lo va a demostrar más adelante?”.

Hablar de dinero: Normalmente la primera entrevista es para una toma de contacto empresa-candidato. Se va a evaluar tu CV y también tus aptitudes interpersonales, tu imagen, etc. No hables de salarios a no ser que sea el entrevistador el que te haga preguntas como “¿en qué franja salarial te mueves?” y es más oportuno no dar una cifra muy exacta, puedes dar una aproximación pero comenta también que hasta que no tengas una descripción más completa de cuáles son las funciones que tendrías que desempeñar y la responsabilidad que el puesto requiere tampoco puedes decir una cifra exacta. Si te preguntan por cuánto te gustaría cobrar es mejor que des una horquilla lógica, si das una cifra muy bajar parecerá que estás desesperado o que no conoces el sector y si das una cifra muy alta seguramente te descarten por querer pasarte de listo.