1. Todo el arte de la guerra se basa en el engaño. Cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si está cerca de su enemigo, ha de hacerle creer está lejos; si se está lejos, aparentar que se está cerca. Poner cebos para atraer al enemigo. El supremo arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar.
2. El mando ha de tener como cualidades: sabiduría, sinceridad, benevolencia, coraje y disciplina.
3. Lo que arrasa al enemigo es la imprudencia, y la motivación de los tuyos en asumir los beneficios de los adversarios. Cuando recompenses a tus hombres con los beneficios que ostentaban los adversarios los harás luchar por propia iniciativa, y así podrás tomar el poder y la influencia que tenía el enemigo. Es por esto que por lo que se dice que donde hay grandes recompensas hay hombres valientes. Una fuerza militar se moviliza mediante la esperanza de recompensa, en el sentido de que entra en acción cuando ve la posibilidad de obtener una ventaja.
4. Los soldados prisioneros deber ser bien tratados, para conseguir que en el futuro luchen para ti. A esto se llama vencer al adversario e incrementar por añadidura tus propias fuerzas. Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas.
5. La regla de la utilización de la fuerza: si tus fuerzas son diez veces superiores a las del adversario, rodéalo; si son cinco veces superiores, atácalo; si son dos veces superiores, rodéalo. Si tus fuerzas son inferiores, mantente continuamente en guardia, pues el más pequeño fallo te acarrearía las peores consecuencias. Si tus soldados, tus fuerzas, tu estrategia y tu valor son menores que las de tu adversario, entonces debes retirarte y buscar una salida.
6. Triunfan aquellos que saben cuándo luchar y cuándo no, que saben discernir cuándo utilizar muchas o pocas tropas. Triunfan los que tienen tropas cuyos rangos superiores e inferiores tienen el mismo objetivo.
7. Hacerte invencible significa conocerte a ti mismo, aguardar para descubrir la vulnerabilidad del adversario significa conocer a los demás. La invencibilidad está en uno mismo, la vulnerabilidad en el adversario. La invencibilidad es una cuestión de defensa, la vulnerabilidad una cuestión de ataque.
8. Gobernar sobre muchas personas como si fueran pocas es una cuestión de dividirlas en grupos o sectores: es organización.
9. Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de ningún modo se dejan atraer fuera de su fortaleza. Si haces que los adversarios vengan a ti para combatir, si fuerza estará siempre vacía. Si no sales a combatir, tu fuerza estará siempre llena. Este es el arte de vaciar a los demás y de llenarte a ti mismo.
10. Haz que los adversarios vean como extraordinario lo que es ordinario para ti. Haz que vean como ordinario lo que es extraordinario para ti. Esto es inducir al enemigo a efectuar una formación. Una vez vista la formación del adversario, concentras tus tropas contra él. Como tu formación no está a la vista, el adversario dividirá seguramente sus fuerzas.
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